1) Manténgase hidratado: Beber agua con frecuencia, incluso cuando no se tiene sed, es esencial. Por tanto, en las obras debe haber botellas, fuentes de agua o agua potable fácilmente disponibles. El Ministerio de Trabajo francés recomienda 3 litros de agua al día por trabajador en el sector de la construcción y las obras públicas.
2) Hacer pausas más frecuentes en zonas climatizadas o a la sombra, donde el aire se renueva.
3) Instalar sistemas de refrigeración siempre que sea posible: aparatos de aire acondicionado, persianas, láminas que tapen el sol, nebulizadores.
4) Protéjase del calor y de los rayos UV con ropa ligera, holgada y de colores claros. Cúbrase la cabeza con una gorra de ala ancha, lleve gafas de sol y, si es posible, aplíquese crema solar en las zonas desprotegidas.
5) Reorganice el trabajo: ajuste los horarios, los ritmos de trabajo, los turnos del personal y las tareas para evitar esfuerzos físicos prolongados durante las horas más calurosas del día.
6) Preste atención a los empleados más vulnerables por su edad o por problemas de salud.
7) Informe a los empleados de los síntomas de un golpe de calor: dolores de cabeza, mareos, pulso y respiración acelerados, vómitos, desorientación e incluso pérdida del conocimiento.
8) Forme a los empleados en primeros auxilios si ellos o uno de sus compañeros sufre un golpe de calor. Detenga todo esfuerzo físico, trasládese a una zona sombreada y bien ventilada, beba y pida ayuda si pierde el conocimiento.
9) Fomente el trabajo en equipo para que los trabajadores puedan detectar un golpe de calor entre ellos o llamar a un compañero si se sienten indispuestos.
10) Difunda estas instrucciones a todos los trabajadores mediante carteles, boletines, sesiones informativas antes de cada trabajo, etc.